La arcilla amarilla es un poderoso tratamiento natural que ofrece múltiples beneficios para la piel, especialmente para pieles grasas y sensibles. Entre sus propiedades principales se destacan:

• Elimina las impurezas y mejora la oxigenación de la piel: Gracias a sus componentes naturales, limpia profundamente los poros y promueve una piel más fresca y saludable.
• Controla el exceso de sebo en pieles grasas: Regula la producción de grasa, ayudando a mantener la piel libre de brillos y equilibrada.
• Cierra los poros abiertos: Evita que se acumulen suciedad y grasa, lo cual disminuye la aparición de espinillas y puntos negros.
• Mejora la elasticidad de la piel y combate los signos de envejecimiento: Ayuda a tonificar y reafirmar la piel, reduciendo la apariencia de arrugas y líneas finas.
• Tónico ideal para pieles sensibles: Su fórmula suave la hace perfecta para pieles que requieren cuidado extra, ayudando a calmar irritaciones.
• Tratamiento eficaz para alteraciones de la piel: También es útil en el tratamiento de herpes, asperezas, rojeces y otras alteraciones, proporcionando alivio y favoreciendo la regeneración cutánea.